Luego de que Bastián quedara huérfano de ambos padres a sus escasos 10 años de edad, su abuelo, el gran empresario Aquiles Santori es quien se hace cargo de él. Lo envía a un colegio militar para que se prepare con todas las bases fundamentales para que en el futuro sea un hombre poderoso, de reputación intachable y sobre todo sea el heredero del gran imperio familiar. Chantal, una joven estudiosa y trabajadora de clase social media, se ve obligada a tomar una gran decisión por el bienestar de todos por un error cometido en el pasado. Por ser excelente estudiante y al graduarse con honores se le presenta una gran oportunidad de trabajar en la mejor empresa de mayor reconocimiento en el país, pero se ve obligada a rechazar la propuesta al enfermar su madre. Se dedica a trabajar hombro a hombro junto a su padre y buscar otro empleo para poder cubrir los gastos de medicinas y especialistas que el seguro médico no puede cubrir. Dos personas de clases sociales diferentes pasan por situaciones complicadas y ambas necesitan encontrar una solución a ellos. Por cosas del destino, este se encarga de cruzar sus caminos, donde conversan sobre su situación llegando a un acuerdo. ¿Podrán evitar involucrar sentimientos? ¿Podrán evitar sucumbir ante sus deseos? ¿Ambos lograrán sus objetivos? Preguntas sin respuestas que solo podrán ser esclarecidas en UN TRATO SIN AMOR.
Leer másEl resto del día pasó en una bruma de preparativos. Empaqué mi maleta con movimientos automáticos, revisé correos, confirmé reuniones, pero mi mente seguía volviendo a ella. A su risa, a su forma de mirarme, a la manera en que su cuerpo encajaba perfectamente con el mío. Cada recuerdo era como una corriente eléctrica que me recorría, y aunque intentaba concentrarme en el trabajo, era inútil.Por la noche, ya en el aeropuerto, mientras esperaba mi vuelo, saqué el teléfono y escribí un mensaje: “Regreso pronto. No te olvides de mí.”No sabía si ella respondería, pero necesitaba que supiera que, estuviera donde estuviera, mi corazón seguía con ella.El avión surcaba el cielo oscuro, y yo no podía dejar de tamborilear los dedos contra el reposabrazos. Las luces de la ciudad habían quedado atrás, y con ellas, la sensación de cercanía con ella. Cada kilómetro que me alejaba de su lado parecía estirar una cuerda invisible en mi pecho, una que amenazaba con romperse si no regresaba pronto. M
BastiánMe remuevo un poco inquieto entre las sábanas, por un instante pienso que todo lo que vivimos anoche ha sido un sueño, pero sentir el calor del cuerpo de mi princesa a un costado de mí, me hace saber que todo fue absolutamente cierto y que no fue un sueño.Una leve sonrisa se dibuja en mis labios y por un instante pienso que estoy completamente loco por lo he hecho. Nunca llegué a imaginar que la tendría a ella en mi cama y sobre todo que la haría totalmente mía en toda la extensión de la palabra. El no saber que he sido el primero en su vida me llenó de ira, pero esa se esfumó una vez que la vi entregarse por completo, pero lo que sí puedo asegurar es que seré el último y único hombre a partir de ahora.—Hum..Escuchar su gemido hace que mi amigo reaccione y quiera seguir con la fiesta, es por ello que sin ningún tipo de vergüenza restriego toda mi hombría en su lindo y firme trasero.—¡Olle! ¿Qué crees que estás haciendo? —se gi
—Dime que quieres que haga. —pronuncia sobre mis labios, pero me siento completamente incapaz de hilvanar una sola palabra—. Anda solo dime lo que deseas. —Solo quiero que me beses. —logro decir en un susurro. Y en pocos segundos puedo sentir sus labios posarse sobre los míos, es un beso delicado, pero poco a poco comienza a subir de intensidad. Tanto que no me dí cuenta en qué momento terminé sentada a horcajadas sobre Bastián. Lo único que puedo sentir son sus grandes manos recorriendo desde mi espalda bajando lentamente hasta llegar hasta mis nalgas, donde de un solo movimiento me alza en brazos y todo sin romper el beso. Nos separamos por la falta de aire, justo en ese momento nuestras miradas se conectan. —Eres lo más hermoso que he podido ver en mi vida. —deja un corto beso sobre mis labios. —No mientas, seguro esas mismas palabras se las ha de decir a cuanta mujer se cruza en tú camino Santori —ajusto el agarre de mis piernas alrededor de su cintura sintiendo su excitaci
Haciendo caso a la petición de Bastián subo hasta su habitación. Al entrar pude darme cuenta de que el lugar se encuentra totalmente impregnado con su aroma, a pesar de que no visita el lugar con frecuencia, el olor de su loción se conserva.Tomo asiento en la orilla de la cama mirando el celular sopesando lo que le voy a decir a mis padres referente a mi ausencia esta noche. No puedo evitar sentirme un poco nerviosa, no sé cómo se vayan a tomar eso de que me quedé a solas con un hombre que ni siquiera es nada mío.Doy un gran suspiro cerrando los ojos para llenarme de valor y hacer esa llamada. Marco el número para luego llevar el móvil a mi oreja a la espera de que la llamada sea atendida. Unos tres repiques y al otro lado puedo escuchar la hermosa voz de mi madre.—¡Aló!—Hola mami. —hablo sintiendo un escalofrío recorrer toda mi columna vertebral.—¡Oh cariño! Me tenías preocupada, ¿Estás bien? —interroga con preocupación.—Tranquila madre, todo está bien. —los latidos de mi coraz
Si alguien me hubiese dicho hace unos meses atrás que me iba a llevar tan bien con este hombre, mi respuesta habría sido “jamás”. Y ahora sin poder creerlo me encuentro sentada frente a este hombre disfrutando de una deliciosa cena.Ya había comido toda clase de pasta, pero esta que fue hecha por él sabe a gloria.—No sigas haciendo eso. —reprocha—, o te juro que no voy a responder por mis futuros actos.—No entiendo de lo que hablas. —me sorprendo ante lo que acaba de decir porque no tengo idea a lo que se refiere.—Esos gemidos que escapan de tus labios mientras saboreas la delicia de pasta que he preparado.—¿Yo? —¿Acaso ves a alguien más con nosotros? —señala alrededor del lugar.—Pues solo degusto lo delicioso que está todo. —me encojo de hombros para quitarle importancia al asunto.Lo escucho resoplar y sin decir más nada se pone en pie para recoger los platos, termino de disfrutar el último bocado y sigo sus pasos hasta la cocina.Una vez que dejamos todo limpio tomamos nuest
Disfrutaba de la maravillosa vista que se presentaba ante mis ojos, jamás llegué a imaginar que Bastián me traería a un lugar tan maravilloso como este—¿Qué te parece? —interroga posicionándose a mi lado.—No tengo palabras para describir lo maravilloso que es este lugar. —cierro los ojos mientras la fresca brisa acaricia mi rostro.—Esto no se compara en nada con lo demás que quiero mostrarte. —hace un breve silencio antes de pronunciar las siguientespalabras—.Vaya, por fin te he dejado sin palabras, eso es sorprendente.—Tonto. —La culpable eres tú princesa. —desliza su dedo desde mi frente, bajando por mi nariz hasta quedarse sobre mis labios.—No quieras culparme de todo niño bonito. —abro los ojos para encontrarme con la intensa mirada de Bastian.Por un instante ambos nos quedamos perdidos en la mirada del otro sin decir una palabra. Por un instante siente el impulso de lanzarme a sus brazos y comermelo completo, pero mi conciencia me recrimina y dice que debo ir con cuidado y
Último capítulo