DEREK
No sabía por dónde empezar con tantas preguntas atoradas en mi cabeza. ¿Cómo era posible que Milena tuviera otro nombre, que se hubiese sometido a una cirugía, y que, además, hubiera personas siguiéndola? ¿Quiénes eran? ¿Por qué tantos secretos ocultos? Y sobre todo, padecía de amnesia.
A decir verdad, llevaba más de dos meses viviendo conmigo en la casa, cuidando de mis pequeños como su niñera, y jamás me detuve a indagar demasiado. Quizás porque ella nunca se abrió del todo… o porque yo no quise presionarla. Pero ahora, después de todo lo que escuché, el deseo de saber más me consume.
Mientras conducía, la miraba de reojo. Ella iba callada, perdida en sus pensamientos. El tal Arkady le había pedido un contacto para hablar con ella más adelante, cuando se sintiera mejor. Aquello me había dejado un nudo en el estómago, un sentimiento extraño… ¿Celos? Tal vez. ¿Quién era ese hombre para ella? ¿Un buen amigo? No lo sé. Lo único que sé es que necesito respuestas. Quizás esta noche