El investigador reúne toda la información posible con Jack y, poco después, sale del hospital, preguntando a los colegas de Samuel varias cosas sobre su vida. Así, podrá recopilar más material y encontrarlo lo antes posible. Mientras tanto, en casa de Nice, Beatriz está casi volviéndose loca con los niños llorando sin parar, extrañando a su madre. Beatriz ya había llamado a Frida, pidiéndole que viniera a ayudarla. Frida llegó lo más rápido que pudo, a media tarde. Beatriz sale con la pequeña princesa en brazos para recibir a su madre, mientras la empleada intenta calmar a los otros dos niños, con mucho esfuerzo.
—Mamá, ¡qué bueno que llegaste! Estoy a punto de enloquecer con los niños. Parece que saben que su madre está en peligro, porque desde que llegué aquí, no han parado de llorar ni un minuto. ¡Ya estoy casi volviéndome loca! —dice Beatriz, entregándole la princesa a Frida, como ella llama a la pequeña Eloá.
—Querida, no están sintiendo nada. Puede ser un cólico o algo por el es