Una Casa Junto al Mar. Capítulo 62
Jack llega a la puerta de la mansión y toca el timbre. La gobernanta, que lleva cuidando la casa desde hace mucho tiempo y lo vio crecer, lo recibe con un cálido abrazo.
—¡Mi pequeño! Cómo has cambiado. Ahora eres un hombre maduro. Te echo tanto de menos, pequeño. ¿Cómo te va la vida? Podrías vivir aquí con tu familia y dejar el hospital en manos de otra persona. Tu presencia se echa de menos en casa. Extraño escuchar tus risas.
—No puedo creer que me llames viejo. Sabes que nunca me ha gustado eso. Además, vas a asustar a mi novia, que, por cierto, es preciosa. —Jack abraza a Liz por la cintura, acercándola.
—¡Oh, qué bien! Entonces tú eres la famosa Liz. Realmente, muy guapa. Jack no exageró en sus elogios. Tienes una belleza natural que hace todo más interesante. —La gobernanta también abraza a Liz—. Ahora, por favor, pasad. No nos quedemos aquí fuera. Vuestros padres estarán encantados de saber que ya habéis llegado. Estaban ansiosos, esperando a que anocheciera para veros, ya que