El Castillo y la Sorpresa. Capítulo 61
Los dos bajan al garaje y suben al coche para dirigirse a la casa de Liz. Tras casi 40 minutos, llegan y encuentran a Luiza sentada en el sofá. Está algo agotada, pero al ver entrar a su hermana junto a Jack, se anima, sabiendo que ahora solo faltan unas horas para llegar a Los Ángeles. A pesar del cansancio por el tratamiento, está deseando descansar.
—¡Por fin llegaste! Pensé que vendrías antes. Estaba preocupada por el horario. —Liz abraza a Luiza.
—Ay, no te imaginas lo que Jack me hizo hacer. Fuimos al centro a comprar algunas cosas para él, pero acabó cargándome de bolsas. Incluso compró regalos para la familia. Luego fuimos a almorzar, aunque ya era tarde. Decidimos ir a su apartamento a preparar la maleta, porque si él iba solo, no nos recogería hasta la noche para ir a Los Ángeles. Pero si aquí ya está todo listo, podemos irnos ahora. El avión privado de su padre ya está esperando en el aeropuerto, así que podemos partir en cuanto lleguemos.
—¡Ya estoy lista! Podemos irnos ah