—Lo sé, mamá. Pero estoy cansada de modelar. Además, ya he ahorrado bastante dinero, suficiente para vivir tranquilamente durante mucho tiempo sin trabajar. También contraté a un inversor, y él hará algunas inversiones en la bolsa para generar ingresos extra. Así que estoy tranquila con mi decisión. Las niñas se quejaban mucho, no me veían y hasta se estaban volviendo rebeldes. No te imaginas cómo. Por eso decidí parar. No quiero perder a mis hijas por un capricho mío. Ahora entiendo bien tus preocupaciones y por qué no querías que entrara en ese mundo.
—¡Oh! ¡Por eso me sonabas de algo! Eres esa modelo famosa que hace anuncios para esa marca conocida. ¡Es un placer estar en tu presencia! —Luiza se levanta, extendiendo la mano para saludarla.
—No es para tanto. No soy tan famosa. Hay modelos mucho más conocidas por ahí. Pero me halaga que me reconozcas. También es un honor conocer a la hermana de la mujer que hará feliz a mi hermano. Como hermanos, siempre queremos lo mejor para nuest