Eliza
Luciano negó con la cabeza lentamente.
—Jason siempre elige cuidadosamente el lugar —dijo—. Viene aquí porque sabe que nadie invadirá su privacidad, por eso escogió Velvet Echo.
Crucé los brazos y desvié un poco la cabeza. —O sea, básicamente es un espacio seguro para él.
Luciano asintió. —Sí. Además, no podrá resistirse porque su presa ya está aquí, sus cómplices están cerca, y sabe que tiene a Valeria justo donde la quiere… eso hace todo aún más excitante para él.
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda.
Luciano miró al frente y siguió, como pensando en voz alta.
—Sabe que sé quién es, y también cree que no me importa, piensa que no me molestaré por lo que haga, mientras no me afecte.
Luego se volvió hacia mí, con la voz más baja. —Pero ahí se equivoca. Sí me afecta, porque te está afectando a ti.
Había escuchado muchas cosas bonitas en mi vida, especialmente de gente que quería algo, pero la manera en que él lo dijo… sin juegos, o actuación, solo honestidad, me golpeó directam