Eliza
—¡Sira! —Alicia le dio una palmada en el brazo.
—¿Qué? —Preguntó Sira, sonriendo sin arrepentimiento—. Es muy importante que el sexo sea bueno, es como la comida, quizá incluso más importante. Para mantenerla satisfecha, su esposo tiene que ser por lo menos, mejor que ese perdedor de Alex en la cama. El sexo malo puede arruinar todo. Créeme, lo sé.
—Hay cosas más importantes en una relación que el sexo. —Murmuró Alicia por lo bajo.
Sira negó moviendo la mano con desdén. —Lo dice la chica que salió con un tipo durante un año y seguía fingiendo no notar que besaba como un pez agonizando.
No pude evitarlo... me reí. Verlas pelearse así era un bálsamo para mi alma; familiar, cálido y seguro.
Mientras discutían, mi mente se fue a Luciano.
Al sabor de sus labios cuando me dio el beso de despedida.
Al tacto de sus manos, que se sentían posesivas y tiernas a la vez.
Al dolor prohibido y enloquecedor que despertaba en mí.
Tragué saliva y bajé la mirada a mi bebida, avergonzada de la facil