Punto de vista de Serena
La mansión de Bill tenía un aire distinto esta noche, como si las paredes escondieran secretos. Lo sentía incluso mientras estaba sentada al borde del sofá de cuero, viendo una y otra vez ese mensaje en mi teléfono.
”Está más cerca de lo que crees.”
Solo unas palabras, pero me mantuvieron despierta casi toda la noche.
Bill caminaba de un lado a otro de la habitación, mirándonos alternativamente a Javier y a mí. Javier estaba sentado en el otro extremo del sofá, tecleando en su laptop. Ahora ambos tenían la atención puesta en mí, esperando.
Alcé la vista, sintiendo el peso de sus miradas.
—Llegó anoche —dije, mostrándoles mi celular—. Sin identificación, número imposible de rastrear. Solo esto.
Suspiré, odiando la tensión que se había apoderado de mis músculos desde que leí el mensaje.
Bill miró la pantalla, su expresión endureciéndose al pasarle el celular a Javier. Este lo escaneó con su típica concentración intensa.
—Quien sea que envió esto sabe cubrir sus