Punto de vista de Bill
La idea me llegó de repente, como un impulso de... simplemente escapar por un rato. De disfrutar este tiempo con mi familia, de soltar todo lo demás, aunque fuera solo por un día. Así que me volví hacia Serena, que estaba sentada en el sofá con Colín en su regazo, y pregunté. —¿Qué tal si salimos? Los tres.
Ella alzó la vista, sorprendida pero curiosa. —¿Salir a dónde?
—A la playa—dije, sonriendo mientras la idea tomaba forma—. Tú, yo y Colín. A algún lugar abierto donde podamos respirar un poco.
Su rostro se iluminó y supe que le había encantado la idea.
—Suena... perfecto—dijo suavemente, mirando a Colín, que la observaba como si ella hubiera colgado la luna—. Creo que a él le encantará.
Así que empacamos lo esencial, snacks, ropa de cambio para Colín y lo que pudiéramos necesitar, y partimos. El viaje en auto se sintió bien, liviano, como si el peso de los últimos meses se hubiera esfumado. Serena iba a mi lado, Colín en su silla en la parte de atrás, balbuce