Punto de vista de Serena
Miraba fijamente por la ventana, observando cómo el mundo seguía su curso sin mí. El cielo estaba con un color gris apagado, el tipo de color que reflejaba perfectamente el vacío que sentía por dentro.
La vida continuaba, y la gente seguía con su vida, pero allí estaba yo, atrapada en ese vacío, incapaz de sentir más que un angustiante entumecimiento.
—Serena, por favor —la voz de Stevie cortó el silencio, suave pero insistente. Ella estaba sentada junto a mí, sosteniendo una cuchara de sopa, con sus ojos llenos de preocupación— Necesitas comer algo. Tienes que recuperar fuerzas.
Miré la cuchara, pero solo pensar en comida hizo que mi estómago se revolviera.
—No tengo hambre —murmuré, mi voz sonaba vacía, como si no fuera mía.
Stevie dejó la cuchara a un lado y tomó mi mano, apretándola suavemente. Su toque era cálido, pero poco ayudaba para derretir el hielo que sentía dentro de mí.
—Tienes que cuidarte, Serena. Por favor.
Sus palabras apenas llegaban a mi me