Punto de vista de Serena
El pitido de las máquinas y el olor a antiséptico llenaban la habitación, pero todo lo que podía sentir era un peso aplastante en mi pecho. Mis ojos parpadeaban, y por un momento, no estaba segura de dónde me encontraba. Las luces brillantes del lugar me hacían daño, y todo parecía demasiado agudo y real. Mi cabeza daba vueltas, mi cuerpo parecía pesado, y luego… entonces todo me volvió de golpe.
El almacén. Doris. Kevín.
Intenté incorporarme, pero un dolor agudo atravesó mi abdomen, haciendo que me retorciera. El pánico me invadió mientras miraba alrededor de la habitación. Estaba en un hospital, lo cual era claro, ¿pero dónde estaba Bill? ¿Dónde estaba mi bebé?
Antes de que pudiera decir algo, noté a Calvino sentado junto a mi cama. Su rostro estaba demacrado, con una mirada cansada, algo que nunca había visto en él antes. Me estaba mirando, esperando, pero era como si estuviera a kilómetros de distancia.
—¿Calvino? —mi voz sonaba débil, apenas era un susurr