Punto de vista de Bill
La tensión en la habitación era asfixiante, y cada respiro parecía como si fuera el último. La vida de Serena pendía de un hilo, y un solo movimiento en falso de nosotros podría hacer que todo terminara en un caos. Pensaba a toda velocidad, buscando cualquier manera de desarmar a Doris y salvar a Serena. Cada segundo parecía eterno.
Javier, que estaba a mi lado con su pistola apuntando a Kevín, me lanzó una mirada rápida. Me dio una leve señal con la cabeza, y supe que estaba pensando lo mismo que yo: “necesitamos una distracción, algo que me dé la oportunidad de quitarle el arma a Doris”.
—Kevín, ya basta. No empeores las cosas para ti. —dijo Javier, con su voz calma pero autoritaria. Dio un paso más cerca de Kevín, quien ya estaba hirviendo de rabia.
Los ojos de Kevín se movían entre Javier y Doris, y sus puños se apretaban y aflojaban como si estuviera luchando por decidir si pelear o huir. Su vacilación le dio a Javier la oportunidad que necesitaba. Sin prev