FURIA DESESPERADA

Mientras tanto, lejos de la ciudad y en medio del caos, Mirkay lanzó una copa de vidrio contra el suelo, haciendo que Artemisa se sobresaltara.

El hombre rugió cerca de ella, y la rubia tembló.

—¡Es tu maldita culpa, Artemisa! Si no hubiera sido por ti, Kael habría sido eliminado hace mucho tiempo.

Artemisa temblaba, impotente.

—Te juro que jamás imaginé que él lograría salvarse. ¡Lo vi con mis propios ojos! Era un simple ciego inútil... y encima, vivía con esa Omega. ¿Qué se podía esperar de dos fracasados como ellos?

Mirkay rugió de nuevo, esta vez a centímetros de su rostro. Sus pupilas se dilataron y los colmillos emergieron con fiereza.

—¡Fuiste tú quien insistió en que no enviara las tropas para rematarlo! ¡Tú tienes la culpa, maldita estúpida! ¿Y ahora qué vamos a hacer? ¡Estamos arruinados!

—¡Sí, Mirkay! ¡Fui yo quien te lo pidió! —gritó ella, fuera de sí—. Pero sabes que me parecía más divertido dejarlo vivo, verlo convertido en la burla de todos. Jamás imaginé que...

Se qued
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP