Andrea no tenía nada más en el mundo excepto a su hija. Literalmente no tenía nada más. Traicionada y abandonada por su esposo, su vida era una lucha diaria por sobrevivir y ganar dinero para alimentar a su bebé. Sin embargo todo cambia cuando conoce al dueño de la empresa donde trabaja. Zack Keller era esa clase de hombre que solo se podía catalogar como huracán, llegaba húmedo y caliente y arrasaba todo a su paso. A sus treinta y dos años era un magnate de la industria deportiva, con una de las mayores agencias de representación de América, sin embargo su perfecto mundo se vino abajo después de descubrir en un mismo día que su novia estaba embarazada y que había perdido a su bebé a propósito. Por desgracia, Zack ya le había dado la buena noticia a su padre enfermo, así que era algo de lo que no se podía retractar. Cuando debe volver a los Alpes Suizos para pasar la Navidad con su familia, su vida se convierte en una desesperada carrera contra el tiempo para encontrar una familia “de mentiras”. «Aviso urgente: Magnate renta familia para estas Navidades» Lo que Zack no imagina es que encontrará la ayuda en una mujer que está pasando por el más duro momento de su vida y aún así se niega a renunciar a su pequeña bebé. Un viaje de Navidad. Un hombre herido. Una mujer desconfiada. Una princesa de cinco meses. ¿Cuánto se puede fingir el amor antes de que comience a ser real? Aquí encontrarás 7 novelas: 1. Un bebé para Navidad. 2. Te voy a conquistar. 3. Una chica traviesa. 4 Una jaula para la reina. 5 Volver a creer. 6 Pelear por ti. 7 Rojo promesa
Leer másPEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 63. Un infierno de cuarenta y ocho horasNiko ni siquiera dejó protestar a Gigi cuando hablaron de llevarla de vuelta a casa después de aquellos exámenes. Y con “casa” por supuesto se refería a ese departamento en el que habían vivido juntos hasta hacía solo unas pocas se
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 62. Rastreando el pasadoNiko caminaba de un lado a otro de la pequeña sala, con el teléfono apretado en su mano, esperando que Jhon respondiera. Gigi lo observaba desde el sofá, con Galia dormitando en su regazo; y aunque trataba de calmarse, el nudo en su estómago no de
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 61. Verdades que duelenNiko se quedó sin palabras, como si de repente el mundo fuera una pequeña burbuja estallando.La prueba de embarazo en sus manos parecía pesar una tonelada, y de toda aquella ola de emociones que lo atravesaron, ninguna tan fuerte como la sorpresa.
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 60. A las puertas del desastreEl teléfono aún estaba caliente en las manos de Gigi. Había hablado con Anja hacía apenas diez minutos cuando un golpe fuerte resonó en la puerta. Galia empezó a aullar como una loca, con tal intensidad que Gigi supuso que Ingrid venía corri
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 59. AyudaGigi estaba sentada en la pequeña mesa de su cocina, mirando fijamente las pruebas de embarazo que había dejado allí, como si fueran bombas a punto de estallar. Su respiración era entrecortada, tenía el pulso acelerado y las manos le temblaban. Durante toda la n
PEQUEÑA MADA MÍA. CAPÍTULO 58. Hasta el último rastro.Niko estaba sentado en el asiento del copiloto, mirando por la ventana mientras su tío John conducía. Las carreteras estrechas serpenteaban entre pequeños pueblos, rodeadas de campos verdes y el imponente telón de fondo de los Alpes. El sol come
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 57. Corazones heridosLe dolía el corazón, el cuerpo, hasta los pensamientos; pero no podía hacer nada más que dar un paso detrás del otro y ser fuerte.Gigi se bajó del último autobús en un pequeño pueblo cerca del lago Lemán, sus pies pesaban y sus pensamientos eran un
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 56. Amor con feNiko se paseaba frenéticamente por su despacho, sintiendo cómo la desesperación lo consumía cada vez más. Los investigadores estaban sentados frente a él, mirándose entre sí, nerviosos y sin saber qué decir. Uno de ellos se atrevió a hablar, pero Niko lo i
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 55. DesesperaciónEl aire frío de la noche golpeaba el rostro de Gigi mientras caminaba con pasos rápidos y desesperados. Había huido del parque y de las palabras venenosas de su madre, pero su mente seguía atrapada en ese torbellino. Chantal no era solo una mentirosa man