CURVAS DE INFARTO. EPÍLOGO
Al llegar al hotel, el aire estaba cargado de tensión. El vestíbulo, con su mármol brillante y luces cálidas, parecía un escenario inusual para la tormenta que se avecinaba. Chloe no bajó la guardia ni un segundo mientras subían en el ascensor. Nico la acompañaba, pero est