Capítulo 42. ¡Tu vida o la mía!
—¡Abre la puerta, Ximena!—, ordenó Valeria golpeando con fuerza la madera—, ¡No tiene caso que te resistas! ¡No podrás escapar!
Ximena seguía mareada por todo el vino que había tomado, y eso le dificultaba mucho caminar o pensar rápido. Solo sabía que necesitaba salir de ese lugar de inmediato.
Entre las cajas había un cuchillo que tomó para tratar de abrir la puerta.
—¿Qué estás haciendo? ¡Abre la puerta!
Valeria forcejeaba con la puerta empujando el cerrojo, pero no tenía la fuerza suficiente para derribarla.
—¿Por qué no buscas la llave de la puerta?—, gritó Ximena, mientras luchaba para abrir la ventana—, Ah, ya sé. Es porque no es tu casa. Todo fue una mentira... ¿Cierto?
Valeria dejó de empujar el cerrojo y comenzó a reír con la frente apoyada en la madera de la puerta.
—Eres muy inteligente, Ximena... Lástima que te hayas dado cuenta demasiado tarde.
—Te equivocas... No soy inteligente. Soy una estúpida por creer que te importaba como hermana.
—¿Hermana?—, Valeria dejó e