Capítulo 41. Sin escape
Ximena comenzaba a sentirse muy ebria debido a todo el alcohol que Valeria le había dado. Sin embargo, ella se sentía muy feliz de poder disfrutar junto a su hermana después de tanto tiempo. Así que había una gran sonrisa dibujada en su rostro, y poco le importó que Valeria técnicamente la quisiera atiborrar con vino.
—Creo que estoy lista para irme a bañar—, dijo Ximena mientras se levantaba del sillón.
Ximena se levantó y rápidamente cayó al suelo sintiendo que el mundo a su alrededor daba vueltas.
—Estás muy ebria—, dijo Valeria sonriendo.
—¡Shhhh!—, dijo Ximena entre risas, colocándose el dedo índice en los labios—, No digas eso. Yo puedo ir a bañarme tranquilamente.
Ximena respiró profundamente para buscar coordinación en su interior y seriedad para dejar de reírse. Pero fue necesario apoyarse del mueble para poder levantarse del suelo y comenzar a caminar hacia el baño.
—¡Vamos hermana! ¡Tú puedes!—, dijo Valeria levantando la botella de vino casi vacía.
—¡Claro que sí!—, e