Capítulo 135. ¿Tenemos un trato?
Ximena y Ramiro conducían hacia el enorme bosque que tenía en frente.
El camino estaba repleto de nieve y la oscuridad hacía un poco difícil ver el camino.
—Creo que nos vienen siguiendo—, dijo Ramiro mirando una luz a lo lejos a través del espejo retrovisor.
En ese momento hubo un disparo que dió contra el espejo retrovisor y lo hizo añicos. De esa forma supieron de inmediato que se trataba de Letroy y sus escoltas.
—¡Abajo!—, ordenó Ramiro a Ximena y él también se agachó todo lo que pudo para continuar viendo el camino.
—¡Acelera! ¡Nos van a atrapar!—, gritó Ximena con desesperación acostada sobre el asiento del acompañante.
—¡La carretera está congelada!—, exclamó Ramiro—, ¡Nos podemos salir del camino!
—¡Haz algo!
—¡Escríbele a Alexander y Dante! ¡Pregúntales dónde están!
Ximena desbloqueó el teléfono con la clave más fácil del mundo. Estando en otra circunstancias, seguramente le hubiera provocado mucha risa que la clave telefónica de un matón fuera 1, 2, 3, 4, pero en es