Capítulo 121. Mi empresa, mi mansión.
—¿Ximena? Pero, ¿qué estás diciendo?—, Félix se quedó gélido y sonreía con nerviosismo. Temía que Ximena tuviera el valor de traicionarlo y derrumbar su mentira frente a todos esos importantes personajes.
—Lo que has escuchado, Félix. He tomado la decisión de que la empresa ya no necesita de tus servicios—, reiteró Ximena haciendo frente a su verdugo.
—¡No puedes hacer eso!—, Félix trató de llegar a Ximena de manera brusca.
—¡Detenganlo! ¡No dejen que se le acerque!—, ordenó Ramiro para proteger a Ximena.
—¿Qué dijiste, maldito infeliz? ¿Estás traicionando a tu jefe?—, dijo Félix mientras varias personas le evitaban llegar a Ximena.
—Te equivocas...—, dijo Ximena—, Él ya no trabaja para tí.
Ramiro se quitó la insignia que lo identificaba como parte del staff de seguridad de Félix y la dejó caer al piso.
—Lo puede considerar como mi renuncia—, dijo Ramiro.
Félix reía lleno de incredulidad. Aquello, para él, parecía un chiste de mal gusto.
—¿Qué ésto? ¿Ahora todos están en contr