Capítulo 118. Yo me llamo... ¿?
El día del accidente de Fernando.
—Vamos, atiende...—, decía Ximena para sí misma con desesperación mientras la llamada daba tono.
—¿Ximena?—, respondió Fernando.
—Dime por favor que no has subido al avión. Es una trampa, debes subir al segundo avión.
—Está bien, Ximena. No confío en Félix, pero sí confío en tí.
Fernando obedeció y subió al avión que Ximena le indicó.
—Ya el avión está en movimiento. Muchas gracias, aquí viajaré mucho más cómodo—, dijo Fernando.
—Te lo dije. Félix siempre está pensando en tu comodidad...
—No puedo esperar para volver a la mansión Lancer y vivir todos juntos de nuevo. Que todo vuelva a ser como era antes.
—Así será, Fernando.
En ese momento había alguien más en el avión.
—¿Qué haces aquí?—, preguntó el piloto.
—Lo siento. No sabía a qué avión subir, y sólo entré en este que no tenía vigilancia—, explicó.
—Éste es un avión privado—, reclamó el piloto—, Sólo tengo permitido llevar un pasajero.
—Lo siento mucho, de verdad. No sabía...
En ese