Estoy navegando en medio del más hermoso de todos los sueños. Todas mis angustias por fin llegan a su fin. Paúl ha vuelto a mi vida tal como lo había prometido. Siento que todo cobra sentido ahora que está junto a mí, ya que a partir de este momento nos convertiremos en la familia con la que tanto soñamos.
―Paúl… gracias por cumplir la promesa que me hiciste y volver a mi vida.
Un rio de lágrimas rueda por mi cara, pero esta vez son de pura felicidad. Mi cuerpo se relaja y todo el dolor que se ha acumulado dentro de mi pecho, queda liberado. Me entrego en sus brazos y dejo que su calor irradie hacia todos los rincones de mi cuerpo.
―Sí, cariño, estoy aquí contigo y a partir de este momento voy a encargarme de ti Te dije que cumpliría la promesa que te hice frente al altar. Ahora te hago un nuevo juramento, cariño… Prometo que nunca más voy a volver a separarme de mi familia. Las quiero de vuelta a ti y a Isabella. Esta vez seremos felices para el resto de nuestras vidas.
No existen