Epílogo (parte final)

―Ella es mi madre, su nombre es Ana Luisa, pero no puede hablar ―nos comenta con gesto triste y angustiado―. Hace poco más de dos años tuvo un accidente que la mantuvo postrada en una cama por mucho tiempo ―su historia me conmueve. Miro a los ojos de la mujer y algo en su mirada me dice que ella es la persona indicada para que se encargue de mis hijos. Me transmite confianza―. Los traumas sufridos en el accidente la mantuvieron al borde de la muerte, pero gracias a Dios pudo recuperarse luego de un proceso muy lento y difícil. Fueron momentos angustiantes para nosotras ―su voz poco a poco va perdiendo fuerza―. La tarde en que despertó, los doctores descubrieron que no podía hablar y no recordaba nada de su pasado. Se pasaba los días mirándonos como si fuéramos personas extrañas ―gira su cara y mira a la mujer que la acompaña―. En ocasiones llegué a pensar que era otra persona y no mi madre. Suena ilógico, lo sé ―indica apenada―. Mamá y yo, siempre fuimos muy unidas y, aceptar que nues
Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo