Un mes después
Recuperarla se había tomado más tiempo de lo esperado. Estaba perdiendo la paciencia, pero Paúl insistía en que las prisas con ella, no darían ningún resultado. Estaba comenzando a perder la paciencia y verla de lejos mientras la vigilábamos a diario, incrementaba mis ansias por tenerla de vuelta.
<
>―¿Por qué simplemente no vamos con ella y se lo contamos todo? ―no quiero continuar con esta mierd4, necesito a mi familia de regreso y ya no tengo ganas de seguir esperando―. Si la confrontamos no tendríamos que andar como unos malditos acosadores, escondidos detrás de los árboles y esperando a que ella salga de la casa para actuar ―inquiero molesto―. Tenemos un mes comportándonos como un par de imbéciles y no hemos logrado nada hasta ahora.<<¡Maldito idiota! ―espeta molesto―. ¿No ha cambiado nada? ¿Eso es lo que piensas? ―esta vez puedo sentir su furia―. Nuestra hija ya reconoce a su padre y tú la has aceptado como tal ―me recu