—Señorita La Rosa, esto es un hospital. Si hay un problema, busque a un médico. ¡Usted no puede intervenir! —Sisca fingió aconsejarla, alargando la mano para apartar a Alessia.
Pero antes de que pudiera rozarla, Alessia ya había visto a través de sus intenciones. Alzó la mirada y la fulminó con una