—Sia, ¿me estás defendiendo? —
Enzo se puso de pie, apoyándose en la silla cercana. Parecía genuinamente sincero, como si le costara mantenerse en pie por haber bebido demasiado. —Mira, incluso puse la cerradura de la habitación con tu fecha de cumpleaños. ¿Cómo podría hacerte daño? —
—Entonces, ¿qu