Ava vio aquella escena tan conmovedora apenas cruzó la puerta. Tras un leve instante de desconcierto, le indicó a la sirvienta que colocara las cosas que traía sobre la mesa.
Sonrió a los pequeños y dijo con dulzura:—Cariños, la abuela ha venido a verlos otra vez. Hoy les traje unos regalos especialmente para ustedes, a ver si les gustan.
Mientras hablaba, sacó de la bolsa una muñeca Barbie y un Transformer.
Había mandado investigar: sabía que su hija había estado casada y luego divorciada, y que había regresado con un par de gemelas. Pero ahora resultaba que los gemelos eran niño y niña. Sin duda, un error del investigador privado.
Aun así, al mirar bien al niño, le parecía distinguir cierto parecido con Dominic.
Sacudió la cabeza: debía de ser coincidencia. La sangre de los Carter era tan escasa que jamás permitirían que sus descendientes anduvieran perdidos por ahí.
Los dos pequeños no extendieron la mano para recibir los regalos; en su lugar, miraron primero a Alessia.
Ella acaric