Era la primera vez que Harrison perdía los estribos con ella, y Ava quedó momentáneamente atónita, incapaz de responder ante aquel ataque repentino.

En efecto, quería sonsacarle alguna verdad a Harrison sobre lo que le había ocurrido a Alessia en los días que ella estuvo detenida. Pero Ava hacía mucho que había olvidado lo que era la vergüenza y, tras unos segundos de silencio, empezó a llorar con gesto lastimero.

—Hermano, ¿cómo puedes guardarme rencor así? Yo solo quería casarme con Gordon para ayudar a nuestra familia. Lo que pasó con Nolan fue un accidente, y lo que casi le pasó a Jessie también. Yo no quise nada de eso.

Al ver las lágrimas en el rostro de Ava, la ira de Harrison se apaciguó un poco, reemplazada por ese dolor familiar que siempre sentía al enfrentarla.

Aprovechando el momento, Ava continuó. Sabía que si no soltaba al menos una parte de la verdad, Harrison jamás volvería a confiar en ella. Así que, con voz entrecortada por el llanto, añadió:

—Esta vez no miento. Cr