—Sería un tonto si volviera a confiar en ti —Harrison miró el brillante semáforo rojo a la entrada del quirófano, sentado abatido en el banco.
Gordon había expuesto el plan de Ava, causando una grieta entre Harrison y Ava, lo cual resultó algo satisfactorio.
Más importante aún, sin el apoyo de la familia Ramirez, los planes futuros de Ava se verían limitados.
Gordon estaba a punto de irse cuando Alessia dio un paso adelante para detenerlo.
—Señor Gordon, espere.
Gordon se giró impaciente, diciendo irritado:
—Ya te lo dije, no te reconoceré.
La expresión de Alessia también se volvió fría, negándose a retroceder:
—Qué curioso, yo tampoco quiero reconocerte.
Gordon se quedó atónito, con el rostro rígido:
—Entonces, ¿por qué me llamas?
—Solo te llamo para confirmar una cosa —respondió Alessia.
Al escuchar esto, Ava sintió un mal presentimiento de inmediato.
No podía ser… había preparado todo durante tanto tiempo, incluso llegando a lastimarse a sí misma. ¿Acaso esta estúpida Alessia tenía