Ni siquiera ella misma podía entender la razón de sus acciones. Simplemente un día se cansó y deseó desaparecer. Así como se escuchaba. Solo estaba harta de tener que ser una sobreviviente y lo había querido, por un instante lo intentó y terminó en el hospital por ello.
Gracias al cielo ningún reportero estaba enterado de la situación, aunque estaba segura de que pronto iban a intuirlo y entonces le tocaría tener que soportar otra ronda de opiniones absurdas.
Lo que no le había dicho a Damián era que odiaba, dios realmente odiaba la manera en la que lo que los demás decían le afectaba. Eso le recordaba a sus padres, a su crianza, a la manera en la que la mente de ambos funcionaba y a la forma en la que le enseñaron a pensar. Había dejado atrás buscar complacer a todos, si lo hacía, era porque era parte del trato. Ya no lo soportaba.
Así que respiró hondo, dispuesta a tolerar las consecuencias y por fin dijo lo que realmente tenía que decir.
—Estar expuesta constantemente a las crítica