—Estrella, tu papá ya está empezando a cambiar —Carolina habló en voz baja, pero obviamente sin mucha convicción.
Estrella sonrió ligeramente, pero no había el menor calor en sus ojos.
—La razón por la que ahora está cambiando es porque aún le sirvo para algo. Si no fuera por los Quiroz, ni siquiera querría mirarme.
Carolina al escuchar sus palabras, se sintió muy triste.
Tomó la mano de Estrella, que estaba fría de manera alarmante.
—Lo siento, Estrella.
Estrella negó con la cabeza:
—Mamá, usted no tiene nada de qué disculparse conmigo, no necesita pedirme perdón. Pero aún así quiero recordarle que si Lucas continúa así, terminará arruinado.
El rostro de Carolina se tensó ligeramente, abrió la boca:
—Lucas está un poco rebelde, en el futuro lo educaré mejor.
¿Educarlo? Seguramente Lucas ni siquiera escucharía a su mamá.
Pero Estrella no dijo nada más. Solo le importaba si mamá estaba bien, no tenía intención de participar en el destino de otros.
Levantó la mano y se bebió toda la lech