Pensó que mamá como siempre sonreiría y se agacharía para abrazarla, pero no fue así. La sonrisa en el rostro de mamá desapareció al instante, la miró con pánico, luego dirigió una mirada temerosa hacia el hombre a su lado.
Y el hombre junto a mamá la miró con ojos muy feroces, asustándola tanto que se encogió y se escondió detrás de mamá.
Pero la expresión del hombre se volvió aún más desagradable.
Mamá la cargó hacia afuera, y pronto Joaquín salió, comenzando a interrogar furiosamente.
—¡¿Fuiste tú quien la trajo aquí?!
—No, Joaquín, no fui yo.
La pequeña Estrella vio el miedo en mamá y dijo en voz baja:
—Vine yo sola, quería ver a mi hermanito.
—¿Quién es tu hermano? ¡Tú, maldición andante, quieres lastimar a mi Lucas!
Joaquín le gritó furioso, sus ojos llenos de disgusto y odio.
La pequeña Estrella se puso pálida del susto, las lágrimas brotaron de sus ojos.
Mamá inmediatamente la abrazó, suplicando:
—Joaquín, Estrella solo quería ver a su hermanito, no tiene malas intenciones. No