POV : Tercera persona
Pasaron los días, y el dolor en el pecho de Credence solo parecía crecer. La sombra de Danika lo envolvía cada instante, y concentrarse en cualquier tarea se había vuelto casi imposible. Su mente estaba atrapada en ese recuerdo constante, como un fuego que no se apagaba.
En medio de esa tormenta, la visita inesperada de Aladar lo sacudió. El viejo apareció en la mansión sin pedir permiso, dejando claro que no estaba dispuesto a rendirse ni a aceptar un "no" por respuesta. Intentó hacerle entrar en razón, hablarle, convencerlo de que dejara atrás el pasado, pero sus palabras fueron como piedras lanzadas al viento: sin efecto.
En ese momento, Credence se encontraba en su despacho, firmando documentos sin mucho interés, mientras Eusebio le ofrecía unas pastillas para la migraña que desde aquella fatídica noche se había convertido en su compañera constante. Justo cuando iba a desaparecer en la rutina, Eusebio se detuvo y le informó que Evander lo esperaba abajo, y s