POV: Credence Foster
Los dos días pasaron volando.
Me miré al espejo esa mañana, ya estaba vestido casi por completo. Eusebio estaba a mi lado, ayudándome a acomodar el saco mientras yo ajustaba la corbata con manos firmes. No hacía falta decir nada. Su silencio lo decía todo. Sabía que este no era un día cualquiera. Y también sabía que yo ya no era el mismo de antes.
Había vuelto a ser Credence Foster.
Pero no el que todos recordaban.
Esta vez, era más frío. Más despiadado.
Más consciente de que el amor solo sirve para destruirte por dentro.
Al salir de la habitación, Eusebio me acompañó. El convoy de seguridad ya nos esperaba frente a la mansión. Respiré hondo y, antes de subir al coche, giré la cabeza hacia el jardín. Ese maldito rincón que aún me ataba a ella. Lo miré solo por un segundo. Luego me obligué a apartar la vista como si de eso dependiera mi vida.
No hoy.
Al menos por hoy… debía controlar a mis demonios.
Una hora después, llegamos a la empresa. El edificio parecía más g