27.
- El concurso de la granola.
Ambos estallamos a carcajadas, volviendo a interrumpir nuestro beso.
Se levantó, cediéndome la mano para que lo hiciese también. Cogí su mano y lo hice, para luego caminar con él hacia las cercas dónde se encontraban los terneros que entraban en el concurso.
- Eché de menos un beso al final de nuestra cita de anoche – le dije, haciéndole sonreír, observándome entonces, divertido.
- No quería estropear nuestra cita con besos – añadió.
- ¿Estropear? – pregunté, levantando una ceja con ello.
- No quería que nuestro beso evolucionase y terminásemos haciendo más – levanté una ceja al escuchar aquello – esta vez quería hacer las cosas