26.
- Sin complejos.
Su camioneta se detuvo frente a mi casa, y ambos supimos que aquella cita había llegado a su final, pero ninguno de los dos se movió aún.
- Gracias por esta noche – agradecí, tirando de la palanca, para abrir la puerta, pero él me detuvo con sus palabras antes de que hubiese empujado esta para salir.
- Quería empezar desde el principio contigo, Sarah – aseguró, haciendo que me girase para observarle – quería tener una primera cita contigo.
- ¿Sólo una? – pregunté, divertida, haciéndole sonreír.
- Muchas más – me calmó, mientras yo sonreía, agradecida de que él fuese tan bueno conmigo - ¿qué te parece si te recojo mañana y vamos juntos