Lo que debería haber sido un día memorable para mí se convirtió en un completo error cuando entré en la oficina después de Amara.
—Señor West, esta es Elizabeth su nueva asistente—
El tiempo se detuvo cuando él levantó lentamente sus ojos de acero gris. Los mismos ojos que me cautivaron la noche. Los mismos que me trajeron un intenso horror esta mañana.
Me miro sin ninguna expresión.
El hombre que recogí anoche. El hombre que me cautivó con solo una mirada. El mismo hombre que se sentó conmigo durante horas viendo repeticiones de mis programas favoritos y comiendo pizza. El que se rio y me tomó del pelo. El hombre con el que me quedé dormida anoche estaba justo frente a mí. David, o debería llamarlo Alexander West.
Me seguía mirando con una cara inexpresiva, pero podía ver en sus ojos la curiosidad.
Sin saber de la atención en la sala, Amara continúa presentándomelo y viceversa.
—Ella fue realmente la única candidata que pudo responder cualquier pregunta sin ninguna vacilación y...—Am