Narrado por Amet Faddoul:
La cabeza me sigue dando vueltas.
Estoy sentado en esta oficina de mierda desde hace más de una hora, escuchando a Hans, el viejo Mario Hans, hablar como si fuera el dueño del mundo. El tipo se cree importante. Se cree influyente. Pero no es más que un intermediario con traje caro y voz temblorosa. Me prometieron que él era clave en la Corporation Hneidi, que tenía acceso directo a los activos, a los movimientos, a los secretos. Pero lo único que tiene es una carpeta llena de papeles inútiles y una sonrisa que me da ganas de romperle la mandíbula. Y además, es el padre del idiota de Mariano Hans.
No vine hasta aquí para perder el tiempo con mediocres.
Hans sigue hablando. Yo lo miro sin escucharlo. Pienso en Kiara. En que su hijo debe de estarla cogiendo ahora mismo.
Esto no debería de ser relevante para mí...
Pero mentiría si dijera que me he podido sacar su rostro de mi cabeza, la verdad es que desde que la vi en la sala de su casa, un día antes de su