Tengo sed de ti, de tu cuerpo, de tus labios. Tengo hambre de tu pasión y lujuria. Ansío sacia esta necesidad de poseerte, de poseer tu alma y volverte adicta a mi oscuridad.
Lucían
Tengo tres horas antes de la cita con Isabella, tiempo suficiente para liberar tensión con la porquería que tengo en frente. Hago una seña imperceptible y enseguida dejan caer encima del encargado de la empresa un balde agua helada. El muy imbécil sobrepasó sus límites, pensó que podría robarme sin que yo me diera cuenta. Se creyó ingenioso al maquillar el informe que me enviaba trimestralmente.
—¡Vamos, despierta! —Nick le da palmadas en la cara mientras el sujeto se sacude y gime amordazado—. Bien, el jefe quiere hablarte. —Se aparta para que pueda verme.
Sus ojos se llenan de miedo e intenta liberarse. Esbozo una sonrisa burlona ante sus infructuosos intentos. Camino hacia él y lo rodeo, pongo mis manos en cada uno de sus hombros y me inclino hasta quedar a la altura de su oído.
—Quiero que me expliques