Netfis pone una mano en el brazo de Antoni, tratando de calmarla antes de que empiece a gritar. Pero incluso ella parece sorprendida, con los labios formando una pequeña línea de desaprobación.
— No puedo creerlo… —murmura Julieta, llevándose una mano a la boca—. Jacking siempre ha sido reservado, pero nunca pensé que pudiera ser tan... cruel. Merytnert, sin embargo, permanece en silencio. Sus ojos dorados están fijos en mí, más intensos que nunca, como si intentara arrancar la verdadera historia directamente de mi mente. Después de un instante que parece durar una eternidad, finalmente habla. — ¿En verdad mi hermano te hizo eso, Isis? —pregunta con incredulidad. — Sí, la pasé muy mal —confieso, sintiendo cómo mis ojos se llenan de lágrimas—. Fue una época muy difícil para mí, las extrañé mucho, sobre todo a ti, Antoni. — No es algo que haría mi hermano —dice ella sin dejar de mirarme—. Aunque lo entiendo, eres peligrosa pa