113. ENREDOS DEL PASADO
NARRADORA
El hombre no pudo pronunciar palabra y se arrepentía tanto de su ataque de indignación, pero ya era muy tarde.
El aire sonaba distorsionado, como un fuelle roto, mientras pasaba, lleno de esfuerzo, a través de las vías obstruidas.
Repentinamente, alguien se arrojó de rodillas y rogó por él.
—Señora, perdone la imprudencia de mi hermano, por favor… es muy joven e impetuoso y no piensa con claridad.
Un hombre canoso suplicó por el hechicero.
Amy chasqueó la lengua con fastidio.
—Esto parece un drama de televisión; levántate de una vez y márchate. Si no puedes aguantar la presión, quedas relevado —movió la mano con descuido y el hombre aspiró el aire de manera ruidosa.
Se había salvado por los pelos.
El hermano se lo llevó enseguida antes de que hiciera otra escena que le costara la vida.
—¿Alguien más en contra de mi decisión? —preguntó la voz femenina y las sombras comenzaron a acechar y moverse hacia el centro de la sala.
La lámpara en las alturas parpadeaba como una escena