CAPÍTULO 116 — Entre el pasado y el presente
Alejandro no pegó un ojo en toda la noche. Se removía en la cama, cambiaba de posición cada pocos minutos, pero el sueño no llegaba. No era la incomodidad física, sino el torbellino emocional que lo atravesaba. Dos mujeres daban vueltas en su mente como dos estrellas en colisión: Estela e Isabella.
Estela.
Podía ver sus ojos dulces, la sonrisa que le regalaba incluso cuando intentaba ocultarla, la forma en que lo escuchaba con genuino interés. Con ella todo parecía sencillo, fluido, posible. Se estaban conociendo y, aunque aún era temprano para llamarlo amor, sentía una calidez que lo hacía creer en un futuro donde podía ser feliz sin cargar con la sombra del pasado. Se sentía cómodo a su lado, comprendido. Y eso, después de todo lo que había vivido, era más de lo que esperaba tener jamás.
Isabella.
Cada vez que su nombre cruzaba su mente algo en él se tensaba. La amaba, lo sabía, lo había sabido incluso cuando estaba perdido en aquella vi