El restaurante tenía un aire nostálgico, con sus paredes decoradas con fotografías descoloridas y mesas de madera que llevaban las marcas de innumerables conversaciones.
El aroma a café recién hecho flotaba en el ambiente, mezclándose con el sonido de cuchillos chocando contra platos y murmullos apagados de los pocos clientes que ocupaban las mesas.
Asteria pasó una mano distraída por la tapa de su jugo, observando el reflejo de las luces neón titilar sobre la superficie sin realmente procesarlo.
Lysandra estaba junto a ella, esperando el café con una postura relajada, pero su mirada observadora nunca se apartaba demasiado de Asteria.
La tensión no había desaparecido.
Solo se había trasladado a este espacio, envolviéndolas con un peso silencioso.
Asteria deslizó los dedos sobre la mesa antes de hablar.
—¿Estás enojada conmigo?
Su tono fue bajo, casi un susurro, pero la pregunta no necesitaba volumen para ser sentida.
Lysandra giró la cabeza apenas, su atenci