Capítulo: Luchar por un amor que no te pertenece.
—¡¿Qué dices?! ¿Es una broma, Hernán? —exclamó Azul, con los ojos abiertos como platos, la voz temblorosa, y el corazón en la garganta.
El salón, que segundos antes estaba colmado de murmullos felices, de música suave y copas entrechocando, quedó en un silencio espeso y cargado.
Hernán bajó la mirada. Sus ojos, húmedos y tensos, se desviaron de los de Azul. Tragó saliva como si el aire se le hubiera hecho piedra en la garganta. Tomó aliento. Negó con la cabeza con una lentitud que le destrozó a ella el alma.
—No... No te amo, Azul —su voz fue baja, ronca, casi inaudible—. Mi amor... es ella.
Una mujer, desconocida para todos, se levantó al fondo del salón. Audrey. Su sola presencia parecía una bofetada al corazón de Azul.
Azul sintió que la realidad se quebraba como un vidrio frente a sus ojos. Como si le hubieran arrancado el alma del pecho de un solo golpe. La sangre pareció abandonarle el cuerpo y un vértigo helado la invadió. Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro sin pedir p