Por una noche de copas, la famosa Dra. Areliz Thatcher queda embarazada del multimillonario CEO Noah Cobain, que le insiste en casarse pese a que ella quería concentrarse en su carrera, hasta que finalmente logra enamorarla y se casan. Sin embargo, cuando su hijo nace, Noah cree que no es suyo, ya que se parece levemente a un amigo de Areliz, y Noah cree haber sido estafado y se va con otra mujer, humillando a Areliz frente a todos. Un par de años después, la amante de Noah acaba enferma, y el poderoso CEO deberá rogarle a su ex esposa que cure a la mujer con la que la traicionó. Areliz al principio no quiere, pero se da cuenta de que esta podría ser la oportunidad perfecta para vengarse y tener de rodillas a su ex. Sin embargo, era una venganza peligrosa, porque él aún era el padre de su hijo, y aún era el único hombre que logró conquistar su corazón. ¿Podría acaso completar su venganza sin volver a caer en las redes de su arrogante ex marido?
Leer más—La prueba de paternidad no es necesaria. —Emma sonrió complacida al ver el bebé en brazos de Areliz—. El hijo no es tuyo, Noah. Te lo dije.
—Noah… —Areliz negó con la cabeza—. Te juró que es tuyo. Hagamos la prueba de paternidad. En toda mi vida, yo solo he estado conti…—¡Silencio, Areliz! —gritó él, molesto, con voz tan fuerte que el niño se despertó y comenzó a llorar.—Señor, le pido que se retire. —Una enfermera se acercó a intentar sacarlo de la sala de partos.—No tiene que pedirlo dos veces. —Miró con completa rabia a Areliz, que tenía los ojos llenos de lágrimas—. Jamás volverá a verme cerca de esta mujer.—Buena suerte en tu próximo intento de e****a, Lizzy. —Emma le guiñó un ojo y se fue triunfante tras Noah.Esa Emma siempre fue una molestia... Era una “amiga” de Noah con la que solía dormir antes de conocer a Areliz. Tuvieron una especie de relación de amigos con derechos y Noah le aseguró que nunca tuvieron nada formal, pero Emma actuaba como si Areliz le hubiera robado a su hombre, siempre la odió, y claro que el sentimiento era mutuo. Areliz sabía que había venido al hospital con la excusa de querer seguir siendo amiga de Noah y su familia, pero al ver al bebé a través de la ventanilla de la puerta Emma decidió entrar para hacer lo que mejor sabía hacer: fastidiarle la existencia a Areliz. Areliz quería seguirlos, decirles que Emma se equivocaba, que esto no tenía sentido, pero decidió concentrarse en calmar a su bebé primero. No entendía nada… Este bebé era hijo de Noah, él era el hombre que le quitó su virginidad en una noche de copas, pero entonces… ¿por qué este bebé se parecía a su mejor amigo, Dylan? Tenía su cabello lleno de rizos, aunque apenas se notaban, pero ahí estaban, y tenía los ojos de un color celeste muy claro, con algunos toques oscuros, un color raro que caracterizaba mucho a Dylan, razón por la cual todos pensaron en él apenas el pequeño abrió sus ojos, pero… Dylan no solo era su mejor amigo al que nunca podría ver de forma romántica, sino que era homosexual, ¡le gustaban los hombres! ¡Ellos nunca habrían estado juntos ni por error! Entonces… ¿acaso solo era una coincidencia que se pareciera tanto a Dylan? Su bebé se calmó mientras le daba del pecho y Areliz lo miró atentamente. Él tenía la piel pálida como ella, y su nariz también parecía ser la misma, mientras que la forma de su mandíbula y los rasgos predominantes de su rostro se parecían más a… Noah… Sonrió con los ojos aguados.—Perdona a tu papá… él solo está molesto, pero… tú eres nuestro hijo… nuestro Nick. —Le dio un pequeño besó en la frente. Estaba decidida a hablar con Noah apenas se le pasara el enfado, por mientras dejó que la enfermera se llevara a su hijo, ya que había nacido dos semanas antes de la fecha y querían asegurarse de que estuviera bien con más pruebas, algo normal en estos procedimientos. Como estaba tan cansada, Areliz no pudo evitar quedarse dormida. Cuando despertó, Dylan estaba a su lado, con la cara llena de moretones y la nariz vendada.—¡D-Dylan! —Areliz se sentó para ver mejor la gravedad de sus heridas—. ¿Qué pasó contigo?...—Tu galán de telenovela, eso pasó. —Negó con la cabeza, con ojos llorosos—. Dijo que lo estafamos, que tu hijo es mío. ¡Está loco! Siempre te he dicho que eres la más sexy del mundo, pero como amigo, o como amiga, más bien. ¿Qué parte de que no me gustan las mujeres no entiende?—Lo siento tanto, Dylan… —Su voz se quebró—. No sé cómo, pero… mi bebé se parece un poco a ti.—Lo sé, lo vi, es precioso. —Sonrió suavemente, secando sus ojos cuidadosamente con un pañuelo—. Y no lo digo solo porque se parece a mí. Pero en serio, tu galán está ciego, porque se parece a él, y a ti también. De mí solo tiene los rulos y el color de ojos. Puede ser coincidencia, creo…—Sí, pero… es raro… Tienes unos ojos muy únicos, yo… nunca vi otro par igual. Creo que no podemos culparlo por pensar mal.—Claro que podemos culparlo, porque inmediatamente después anunció a toda la prensa que se va a divorciar de ti y que se casará con esa Arpi-Emma.—¿Qué? —Palideció.—La besó delante de todas las cámaras, Lizzy. —Le tendió un pañuelo al verla comenzar a lagrimear—. Y de lengua. Acaba de dejarte en ridículo internacionalmente. Y para colmo, llamó a tu bebé “bastardo”. Areliz tensó la mandíbula, sin molestarse en secar las lágrimas que bajaron por su rostro. Había estado pensando en perdonar a Noah, había creído que sus dudas eran razonables, ella misma se sorprendió mucho al ver a su bebé, pero esto… esto era imperdonable. Él sabía que Emma había hecho todo por romper su relación desde que se comprometieron, incluso había arrastrado su pastel de bodas por su vestido de novia delante de los invitados, y hasta era sospechosa de haberle cortado los frenos a su auto, cosa que casi la mata. Y ahora… ¿lo primero que hizo al tener la más mínima duda de ella… fue correr a los brazos de Emma? El corazón de Areliz se agrietó un poco, pero lo que terminó de romperlo fue el hecho de que él además de eso se atreviera a insultar así a su hijo, sin siquiera una sombra de duda, y frente a todo el país, o más bien frente a todo el mundo, porque él era un poderoso CEO, de los más ricos del país, famoso internacionalmente. Noah, que había hecho hasta lo imposible por convencerla de casarse con él, ahora la escupía en la cara de la peor forma.—Dylan, pásame mi celular, por favor —pidió con la voz rota, señalando su bolso. Su amigo así lo hizo, y Areliz rápidamente marcó el número del maldito que aún era su esposo.—Tardaste en llamarme, Areliz… —dijo él con voz grave, ronca, voz que normalmente se le habría hecho atractiva, pero no esta vez.—Para estar tan convencido de que soy una estafadora, me sorprende que no me tengas bloqueada —masculló amargamente—. Noah, no sé si ya lo olvidaste, pero tú fuiste el que me arrastró a la cama hace nueve meses, tú fuiste el que se encaprichó conmigo solo porque no quise darte mi número.—Estaba borracho, apenas recuerdo esa noche —se excusó.—¿Y acaso olvidaste que porque no usamos protección me acosaste un mes entero para que me hiciera la prueba de embarazo? Me seguías al hospital, molestabas a mis pacientes, esperabas estacionado frente a mi casa por horas. Esas fueron tus artimañas. ¿Y yo soy la estafadora?—Una excelente estrategia, al igual que hacerme creer que tu amiguito Dylan no tenía interés en mujeres. Eso fue realmente brillante, supongo que les das clases a otros estafadores.—Yo ni siquiera quería estar contigo… —Sollozó sin poder controlarse—. Nunca necesité tu maldito dinero, vivía bien, nunca quise más dinero, estaba feliz como estaba. Sabes lo mucho que amaba mi trabajo, me hiciste abandonar mi ciudad para venir aquí a la Capital contigo, me sedujiste y ahora me vas a dejar botada aquí… Todo esto fue por ti y ahora lo haces ver como si fuera mi plan malvado.—Nada salió como esperabas, ¿no? Por favor, Areliz, es idéntico a tu maldito amante, no soy un idiota, no voy a ser la burla del mundo entero criando un hijo que no es mío porque te hiciste la difícil unos meses.—¿Solo por los rulos? ¿Solo por el color de sus ojos? ¡Por todos los cielos, Noah, él se parece a ti! ¡Ni siquiera lo viste bien! ¡Solo has la m*****a prueba de paternidad! ¿Qué puedes perder con eso?—No voy a dejarte seguir jugando conmigo, Areliz, esto se acabó. Ya has causado suficiente dolor a mí, mi familia, mis amigos… y a Emma. Te enviaré los papeles de divorcio con mi abogado y será mejor que no volvamos a vernos porque sino haré tu vida miserable. Y mantén a tu pequeño bastardo lejos de mí o… Areliz tensó la mandíbula cuando sintió esa amenaza tacita no solo hacia ella, sino hacia su bebé.—No te metas con mi hijo, Noah Cobain, no lo insultes, y no lo nombres. No te lo permito —ordenó, con voz tan grave y llena de tal ira reprimida que él se quedó sin habla por un rato, antes de volver a hablar.—Al menos admites que es tuyo, no mío… —dijo por fin, con voz vacilante, pero aun llena de amargura.—Sí, lo admito. —Sonrió, con ojos llorosos y la mandíbula tensa—. Ya no es tu hijo. Ahora es solo mío. Sin más, le colgó, para luego arrojar el celular con fuerza al suelo, sin importarle que se rompiera. Cuando le trajeron a su hijo momentos después, lo abrazó y amamantó con todo el amor del mundo.—Él no te merece… Él no merece ser tu padre —le susurró con voz llorosa a su hermoso hijo, acariciando su cabello lleno de rizos preciosos—, pero te prometo que nada te va a faltar, mi precioso Nick...Tiempo después, regresó a su ciudad natal, recuperó su empleo en el hospital y se mudó a su nueva casa con un adelanto del director del hospital, todo gracias a su fama de ser la mejor doctora de la ciudad. Decidió concentrarse solo en su hijo y su carrera, viviendo los siguientes dos años tranquila… sin imaginar que Noah estaba a punto de regresar a su vida, de una forma que nunca podría haber imaginado.Noah fue a ver a su padre Nelson Cobain en compañía de Areliz, de Teo y de sus abogados, dispuesto a hablar con él de frente y sin miedo. Entraron a su celda, viendo a los abogados de Nelson y varios policías en las esquinas. —Ah, hijo… —Nelson Cobain sonrió como si nada pasara. Se veía bastante digno y opulento incluso a pesar de llevar ya varias semanas en la cárcel. Aun así, Noah notaba una sombra de desprecio en su mirada, y eso solo lo hacía sentir más ansioso respecto a lo que harían, pero necesitaban hacerlo sí o sí. Era su mejor opción. —¿Vienes a aceptar mi trato, acaso? —Miró de reojo a Areliz, que se estremeció, por lo que Noah se puso delante de ella con una mirada protectora. —Tal vez —murmuró Noah con voz llena de cautela—. Pero tenemos ciertas… condiciones… Nelson alzó las cejas con sequedad, mirando de reojo a sus abogados, que le hicieron una seña rara.—Te escucho, querido hijo… —Estamos dispuestos a retirar los cargos contra ti a cambio de que entregues
Noah la consoló un largo rato, antes de sacar su celular y mirar con preocupación que Fabia estaba preguntando por Areliz, preocupada de que no volviera a casa ya que Nick no dejaba de preguntar por ella. —Lizzy… necesitas volver a casa… nuestro hijo está preocupado por ti y no deja de preguntar por ti. Ella se apartó y se secó las lágrimas con dificultad, tomando aire y luchando por calmar su llanto y su dolor. —Tienes razón, debo… debo volver a casa. —Tomó aire otra vez—. Gracias por… acompañar me aquí ahora… yo… pasé por ciertas cosas difíciles. —Mi gente me dijo… que vieron a Remy salir molesto de tu casa… —La miró preocupado—. ¿Pelaron? ¿Te dijo algo o… te hizo sentir mal de algún modo? Ella suspiró temblorosamente, negando con la cabeza con pesar. —No quiero hablar de eso… no contigo… —Lo miró con tristeza, por que sabía que él todavía la quería y sabía que no le iba a gustar nada el hecho de que Remy la hubiera asustado de esa forma, probable mente hasta sería capaz de go
Areliz se sentía tan aliviada de por fin estar en casa… era un gran alivio, pero sabía que también era el fin de esta etapa de su vida donde solo pudo pasársela huyendo y escondiéndose. Y ahora comenzaba la etapa en su vida en la que debía enfrentarse más que nunca a todos los problemas que se venían acumulando en su vida. El más grave de sus problemas era que Nia y Nelson Cobain se quedaran en prisión y no salieran nunca de allí, pero otro gran problema era también enfrentarse a Remy… y decirle la verdad de cómo le faltó el respeto y fue una novia tan horrible que ahora apenas volver a reencontrarse con él debía terminar su relación a pesar de que él la estuvo esperando por todo este tiempo. Todavía lo quería y lo quería mucho, pero debía decirle la verdad de lo que hizo, y debía terminar esta relación que ella misma destruyó por su estupidez y su incapacidad para dejar ir el pasado, de dejar ir el irremediable amor que sentía hacia alguien que tanto daño le hizo y con el que, a
Areliz se encontraba en la huerta, absorta en la recolección de vegetales. La tarde caía lentamente, y los tonos anaranjados del atardecer pintaban el cielo. Cada movimiento para arrancar las verduras del suelo estaba acompañado de un suspiro, una mezcla de paciencia y anhelo por retomar su vida cotidiana de siempre, antes de que todo se arruinara por el capricho de Nia Cobain. Con las manos cubiertas de tierra, se detuvo por un momento y miró a su alrededor. La tranquilidad de la cabaña y el aroma fresco de la tierra le recordaban a su profesión. Echaba de menos su labor como médica, ayudando a las personas, sanando heridas y salvando vidas. A veces se preguntaba cuánto más tendría que estar allí escondida, alejada de lo que más amaba hacer y todo por unas personas egoístas que no sabían dejar que los demás vivan sus vidas en paz. En medio de sus pensamientos, escuchó unos pasos acercándose. Levantó la mirada y vio a Noah, quien se acercaba con una expresión que no lograba descifra
—La jueza es de fiar —afirmó el matrimonio de abogados en frente de Noah, que los miró muy seriamente. —¿Están cien por ciento seguros?—Sí, señor, la investigamos meticulosamente, es una persona de fuertes principios que ya ha denunciado casos de corrupción y cuando la pusimos a prueba con un chivo expiatorio pareció bastante indignada y amenazó a nuestro espía con demandarlo. Parece nuestra mejor opción.—Bien. —Noah tomó aire—. Entonces empiecen con todo. Presenten la orden de captura para Nelson Cobain y Nia Cobain. Los abogados asintieron y se retiraron, dejando a Noah muy pensativo y preocupado. Llegó la jugada clave. Si lograban meter en prisión preventiva a su padre y su hermana, entonces por fin Areliz sería libre de volver a la ciudad y vivir su vida normal mente sin la amenaza de esos dos psicópatas. Ya llevaba más de dos meses encerrada en esa cabaña junto con su hijo y su hermano, en unos días se cumplirían los tres meses, y esperaba que ya fueran los últimos día
Después de pasar la tarde jugando, Noah se reunió con Teo para hablar, pero le dejó a Areliz una carta de Remy y de su mejor amiga Fabia. Areliz esperó hasta después de la cena y hasta después de dormir a su hijo para leer las cartas, comenzando por la carta de su amiga: “Querida Lizzy,¡Hola, querida mía! ¿Cómo estás? Han pasado tantas cosas desde que te fuiste. La vida continúa su marcha, pero no es lo mismo sin ti, mi Lizzy T o T Trato de mantenerme ocupada para no extrañarte tanto a ti y a Dylan, pero no importa qué tan ocupada esté, igual los extraño muchísimo a ambos, ¡pero muchísimo, te lo juro! Y ni hablar de cuánto extraño a Nick, Dios santo, te juró que si pienso en eso voy a llorar, así que mejor ni digo nada, solo dale un montón de besitos por mí, ¿está bien? Hazlo por mí u w u Es una lástima que no pueda ir ni a visitarlos, pero entiendo que es arriesgado y yo nunca, nunca, nunca haría algo que pudiera poner en peligro a mis tres amores, tú, Dylan y Nicky.Y pues,
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