​CAPÍTULO 12

Tacones de acero

Cassandra no pudo soportar las miradas inquisitivas de los invitados a la fiesta. Nadie sabía de su romance con el hermano de Alexander. Solo su madre compartía ese secreto.

La aventura que tuvo con Jack Hale no era importante para ella. Los dos solo quisieron aprovechar la debilidad de Alexander para arrebatarle un negocio multimillonario.

Pero a Cassandra, acostumbrada a tenerlo todo bajo sus pies, el hecho de que Alexander se hubiera casado y embarazado a esa mujer, era un insulto a su orgullo y dignidad.

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El portazo del Bentley de Cassandra retumbó en el silencio de la noche, un trueno que anunciaba la tormenta que se gestaba en su interior.

— ¡Necesito tomar aire! – dijo y se fue de la velada.

Jack, que la había seguido a regañadientes fuera de la gala, apenas tuvo tiempo de sentarse en el asiento del copiloto antes de que ella pisara el acelerad