Natalie asintió, —Ya veo, gracias.
Al saber que Natalie aceptó el trabajo que le había subrogado, Jade se mofó.
—No será capaz de terminarlo, y entonces podré usarlo como excusa para echarla de Zaran.
Vera se mordió el labio inferior y dijo preocupada: —Jade, el 20 es la fecha límite, le mentiste a la diseñadora Silva diciendo que era el 29. Si descubre alguien...
Antes de que terminara de hablar, Jade interrumpió: —Basta, no dejaré que te pase nada. Si no lo admites, diré que Natalie te oyó mal y no te pasará nada.
—Pero...
—¡Cállate! ¿Terminaste el trabajo de hoy? ¿Los diseños están hechos en orden que te pedí?
Vera, impotente, se dio la vuelta y se marchó.
Tras cerrarse la puerta del despacho, Jade sonrió con frialdad.
Si realmente no funcionaba, dejaría que Vera fuera la culpable y que dimitiera junto con Natalie. Esta ayudante siempre ha sido abrasiva en su trabajo, ya quería cambiarla.
Por otro lado, Natalie estaba mirando el documento y se rio burlonamente al ver que las partes