—En lo que dijo de romper, no estuve de acuerdo.

Natalie se mordió el labio inferior, —Dije que no importaba si estabas de acuerdo o no.

—Lo siento.

Natalie se sobresaltó y miró a Leonardo sorprendida, sin esperar que se disculpara.

—Hice mal en bloquear a Bryan, no te enfades, ¿vale?

Al mirar los ojos oscuros de Leonardo, el corazón de Natalie se sintió como si algo lo hubiera desplumado suavemente, y las comisuras de sus labios se fruncieron inconscientemente.

Leonardo la miró seriamente, esperando su respuesta.

En este momento, el móvil de Natalie sonó de repente.

Al ver que era Tina, se apresuró a contestar. Sin saber lo que dijo, Natalie se puso seria.

Colgó el teléfono y miró a Leonardo: —Ha pasado algo en la empresa, tengo que ir.

Leonardo no la pidió responder de inmediato y asintió: —Te acompaño.

Natalie empujó la puerta del coche y estaba a punto de salir, Leonardo dijo.

—Te recojo por la noche.

Su movimiento para salir del coche se detuvo un momento, y luego dijo en voz baja