Natalie bajó los ojos, sin reaccionar a eso.
—Ya veo.
—Si no fuera porque el Grupo Silva colaboraba con el Grupo Ramos, no le habría dejado ir allí.
Natalie se frotó las sienes distendidas y dijo con calma: —Mamá, esto no me interesa, y acabo de despertarme, ¿puedes dejarme sola un rato?
—De acuerdo, voy a comprarte algo de comer. ¿Sopa o ravioli?
—Me da igual.
Después de que Michela se fue, el silencio volvió a la cámara.
Natalie cogió el móvil y vio que Mafresa le había enviado unos diez mensajes.
[Natalie, siento lo de ayer en la comisaría, no pude aceptar la muerte de mi padre en ese momento... Así que te dije algo hiriente, espero que no te enfades...]
[La policía me dijo que mi papá cayó para salvar a mi mamá, no reaccionaste en ese momento, no debía dudar de ti...]
[Ya no quieres ser mi amiga, ¿no?]
...
[Natalie, contéstame, por favor...]
Tras leer estos mensajes sin expresión, Natalie cerró el chat.
Era comprensible que a Mafresa le dolía corazón por haber perdido a su padre, p