Los invitados escuchaban boquiabiertos, las damas hicieron murmuraciones.
—Recuerdas que Evana Ford dijo que su exesposo era un maltratador y la engañó apenas nació y murió su bebé, ¡Oh, Dios! ¡se refería a Álvaro Ford! Por eso no quiso dar el nombre, ¡Qué mal hombre es! Por lo menos Marcus Ford es decente, incluso se casó con Evana por amor, ellos juntos son poderosos —dijeron las mujeres
Fátima logró escucharlas, la mujer se sintió devastada, se acercó para detener el escándalo de su nieto.
—¡Cállate, Álvaro! Estás arruinado la cena.
—¡Solo quieres lo mío! —gritó Álvaro
Marcus tomó a Álvaro y lo arrastró hasta afuera, Evana fue tras ellos, pero Stella la detuvo, haciéndola a un lado.
—¡Tú tuviste culpa de todo esto, miserable bruja!
Evana se soltó del agarre con furia, miró a la mujer a lo lejos.
—¿Yo tengo la culpa de que tu hijo pierda la razón? No puedo atribuirme el estar dentro de su cabeza, me halaga que lo pienses.
—¡No te hagas la graciosa, algo malo le hiciste, segu